San Antonio, 31 de mayo de 2024 – El Servicio Nacional de Aduanas anunció hoy una importante incautación de 360 katanas, espadas japonesas, que ingresaban al país de forma irregular. La empresa responsable, con sede en Santiago, intentaba burlar los controles aduaneros declarando las armas como «espadas de acero común, sin filo para decoración o adorno», una clara estrategia para evadir las restricciones establecidas en la Ley de Control de Artes Marciales.
Un operativo impecable:
- Los fiscalizadores de la Aduana de San Antonio detectaron las katanas durante el análisis documental de las operaciones de comercio exterior.
- Al identificar la carga, se coordinó de inmediato con la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN), quienes confirmaron que la empresa no contaba con los permisos ni estaba inscrita en el registro de importadores de este tipo de armas.
Ley transgredida:
- La Ley Nº 18.356 sobre control de las artes marciales establece que todas las actividades relacionadas con estas disciplinas y sus implementos están sujetas a la normativa.
- La empresa infractora intentó ingresar las katanas bajo la Partida Arancelaria 93070000, que incluye «sables, espadas, bayonetas, lanzas y demás armas blancas», pero las declaró como objetos decorativos.
Análisis confirman el verdadero uso:
- Los expertos de la Aduana analizaron las katanas y determinaron que, sin duda alguna, se trata de armas blancas corto-punzantes, no elementos decorativos como se pretendía hacer creer.
- Esta información fue clave para fundamentar la querella presentada ante el Juzgado de Garantía de San Antonio.
Declaraciones del Administrador de Aduana de San Antonio:
- Ángelo Vergara destacó la importancia de este procedimiento para evitar el ingreso de elementos peligrosos al país.
- Enfatizó que solo las personas o empresas inscritas en la DGMN pueden importar y comercializar este tipo de armas, y que los controles buscan garantizar la trazabilidad y evitar que caigan en manos de delincuentes.
Consecuencias legales:
- La acción judicial persigue a los representantes legales de la empresa infractora por el delito de contrabando, tipificado en la Ordenanza de Aduanas y la Ley de Control de Artes Marciales.
Este caso resalta la rigurosidad del Servicio Nacional de Aduanas en la protección de la seguridad pública y el cumplimiento de la normativa vigente. La incautación de las katanas y la querella presentada envían un mensaje claro: el ingreso ilegal de armas blancas no será tolerado.
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